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Exasperante burocracia

Menudo cabreo traigo. Tres años después de haber puesto en marcha esta fantástica iniciativa de nombre Bayern a medida, todavía a estas alturas es posible descubrir trabas increíbles por parte de la Administración pública. So ist, la vieja Europa, para lo bueno y, cada vez más, para lo malo. Hoy, lunes, de buena mañana, una niñata me ha dicho sin torcer el gesto que la solicitud de nuestra empresa no está en condiciones de ser aprobada por su departamento. La razón: me dice que tenemos todos los papeles en regla, hablo de unos veinte certificados oficiales que hemos recolectado pacientemente durante casi un trimestre mediante trámites con diferentes entidades de toda Alemania, y que hemos hecho un gran trabajo en su conjunto –esto viene de más largo aún, unos dos años de papelotes en concreto–, pero que incumplimos un pequeño aspecto legal, sin embargo vinculante. Resulta que la ley alemana exige una distancia máxima de cinco minutos caminando entre la sede de nuestra empresa y la sede del parking de nuestro automóvil profesional. Y Google maps le ha indicado a la nena que en nuestro caso se tardan 15 minutos caminando. Google maps! ¿Pero qué mierda es esta? Si al menos se lo hubiera dicho un perito, un funcionario o hasta un repartidor de periódicos… Pero no, a Frau Culoapoltronado se lo ha dicho Herr Google y eso es lo que cuenta. Esto sin entrar a valorar la gravedad del asunto, que por cierto no interfiere para nada en el normal funcionamiento de la empresa. Y ahora retroceda otras 20 casillas y vuelva a lanzar los dados. Pues eso rubiales, tal y como tenéis el patio también en Alemania el Duden haría bien en ampliar la definición de burocracia, tal y como ya hizo el diccionario de la Real Academia Española en su día (al menos en esto os vamos por delante). Burocracia, pues: Administración ineficiente a causa del papeleo, la rigidez y las formalidades superfluas. Aunque la RAE la clava yo quiero añadir algo más en caliente: la burocracia y los burócratas son capaces de desincentivar y desmotivar a los ciudadanos de toda naturaleza, también a los emprendedores. Convierten los trámites administrativos de toda clase en algo más que farragoso, en algo soporífero, exasperante, irritante, asqueroso, insoportable. Apéndice: los burócratas germanos más traicioneros se reconocen fácilmente, pues a menudo calzan unas confortables Birkenstock. También en enero y aunque en la calle haya nieve a cascoporro, por lo que si te cruzas uno o una por los pasillos de la Administración pública, sal corriendo. Por si las moscas.

Como no quiero empezar la semana con depre, ahora os cuento nuestra historia con la ayuda de Forges, todo un referente en ironizar sobre la materia:

Así estábamos hace tres años

Así estábamos hace tres años

Así estuvimos hace un año largo

Así estuvimos hace un año largo

Así estamos ahora

Así estamos ahora