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#rutaBayern: Neuschwanstein al límite (y más allá)

Todos tenemos una gota que colma el vaso, un punto de saturación, el hasta aquí llegó la nieve (perdón, por el localismo). A Neuschwanstein ya hace años que le llegó el momento, pero lo de este verano no tiene nombre. El agua del vaso colmado sobresale desde hace meses y no hay quien contenga el reventón. Ya no es que los profesionales tengamos que reservar las entradas con casi un mes de antelación, si queremos garantía de éxito en nuestras intenciones; ya no es que los viajeros individuales tengan que hacer interminables colas para, muchas veces, quedarse con las ganas de acceder al monumento; ya no es que los lugareños no den abasto con los servicios de transporte público para subir al castillo; ya no es que el trato en el interior del palacio deje mucho que desear; ya no es que las visitas interiores sean relámpago; ya no es que hayan cerrado por seguridad el desfiladero de Pöllat, y así llevamos un año; ya no es, y esta si que es gorda, que el 3 de agosto vayan a cerrar el puente de María, casi diría principal atractivo del lugar, al no poder garantizar la seguridad tampoco en la plataforma; ya no es la mala gastronomía y los servicios abarratados de Hohenschwangau; ya no es, el a menudo molesto, turismo de cámara barata al cuello y chanclas con calcetines; ya no son los ríos de chinos… Es simplemente todo y nada. Es que literalmente, no cabemos. Y o alguien coge el toro por los cuernos, o las consecuencias se presentan impredecibles.

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#rutaBayern: últim bany a l’Alpsee

Tot i que sembla que queden un parell de dies d’estiu per davant, aquesta és una recomanació que arriba fora de temporada. He caigut hui mateix, després de prendre un dels últims banys a l’Alpsee aquest 2013, sinó l’últim. No era la primera vegada, però he aprofitat la pausa del migdia al tour a Neuschwanstein per a prendre un relaxant bany. A diferència d’altres dies, hui ho he confessat als viatgers que m’acompanyaven i un d’ells m’ha dit: “Ja ens podies haver avisat, si arribem a saber que ací es podia prendre el bany ens haguérem apuntat”. I tenia raó, no està suficientment venut per al viatger, però la veritat és que l’Alpsee de Füssen, només a uns metres del castell de Neuschwanstein, és un lloc fantàstic tant per a banyar-se com per a fer una passejada. La majoria dels turistes no hi tenen ocasió, però fins i tot disposa d’una –allunyada– zona habilitada amb gespa per a prendre el bany i escales per a entrar a l’aigua. També vestidors i serveis, i un bar, amb entrada de 2,5 euros. Els que volen simplement refrescar-se de bades també ho poden fer, com jo mateix, que hui m’he banyat a la vora mateix de Hohenschwangau –a l’agost hi ha massa gent però hui eren mitja dotzena de persones fora de l’aigua i dos bojos, entre ells jo mateix, nadant–. Tot i la gran quantitat de gent que hi passa, cal dir que aquest llac que fa dos quilòmetres de llarg ofereix una aigua tan neta com freda. Com que el terra és de pedra, a més, la sensació de claredat és total. No és el llac més tranquil de Baviera, ni el més especial, però és una opció preferent i desaprofitada per als visitants al castell, que no són pocs. Per això mateix, avisats esteu.

Vista de l'Alpsee amb les muntanyes de fons

Vista de l’Alpsee amb les muntanyes de fons

L'Alpsee a l'esquerra i el Schwansee a la dreta

L’Alpsee a l’esquerra i el Schwansee a la dreta

L'Alpsee i el castell de Hohenschwangau

L’Alpsee i el castell de Hohenschwangau

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#rutaBayern: Herrenchiemsee, el desconocido

Hace algún tiempo que vengo pensando en darle forma concreta a los posts que publico sobre Baviera en el Quadern. Ni me caben en Muniqueando por formato, ni tampoco tengo la más mínima intención de empezar con un tercer blog, en clave bávara, así es que he decidido crear la etiqueta #rutaBayern bajo la cual espero ir posteando todos aquellos comentarios de viajes sobre Baviera que me salgan al paso.

A diferencia de Muniqueando (bastante más rígido en la forma), me apetece aquí combinar textos completos y posibles reseñas de excursiones con meras opiniones, fotos sueltas y anécdotas de viajes, a mi aire según el día y tan caóticamente planteados como el cuaderno reclama.

En cualquier caso, y pese a que he reordenado todos los escritos anteriores sobre viajes en Baviera bajo el paraguas #rutaBayern, estreno categoría/etiqueta con un texto acerca del palacio de Herrenchiemsee: el tercero en discordia, el pequeño Versalles, el carísimo, el inacabado, el que está en una isla, el último de los grandes palacios proyectados por el rey Luis II de Baviera.

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Schloss Herrenchiemsee desde el exterior

¿Qué eso de Herrenchiemsee? Para empezar esa sería una pregunta lógica, más aún si tenemos en cuenta que se trata del palacio menos conocido, por lo menos fuera de Alemania, de los construidos por Luis II, el mal llamado Rey loco. O, como mínimo y eso es seguro, se trata del menos visitado de sus tres castillos: el mismo Herrenchiemsee, el pequeño Linderhof y el celebérrimo Neuschwanstein. Según publica la Administración de los palacios públicos bávaros en su último informe, 411.000 visitantes pasaron por Herrenchiemsee a lo largo de 2012, por los casi 437.000 de Linderhof y el millón y medio de viajeros que compraron una entrada para Neuschwanstein.

Ya sabemos que los números de visitantes no son comparables con los del Nuevo Cisne de Piedra, pero… ¿y en lo demás? Bajo mi punto de vista y aquí sí que me mojo y no poco, Herrenchiemsee seguramente sea la mansión más bonita de las tres citadas, entendida en toda su dimensión, que empieza tan pronto uno pone el pie en el barco en el puerto de Prien am Chiemsee.

Fuera de contexto histórico como no podía ser de otra manera, el palacio de Herrenchiemsee es un intento de reproducir el de Versalles en el corazón de una pequeña isla de 238 hectáreas en medio del lago Chiem. Iniciado en 1878, el visitante encuentra únicamente el cuerpo central del inmueble previsto, que quedó inacabado y paralizado a la muerte del rey Luis II en la primavera de 1886.

En cualquier caso, ocho años de obras fueron suficientes para invertir el doble de dinero que en la construcción de Neuschwanstein y Linderhof juntos, principalmente dado el uso de materiales nobles que van desde el abundante mármol a la porcelana más sofisticada o el oro. Increíble es el Salón de los Espejos, que incluso supera en metraje al original parisino del que tomó inspiración.

Sobre los jardines, lamentablemente se pudo terminar solamente una pequeña parte de lo proyectado, lo que se resume en un paseo central que segmenta la isla en dos, tanto a espaldas como por delante del palacio. Eso no impide que la pequeña Herreninsel ofrezca al visitante agradables paseos por el bosque, a los que se puede sumar la visita a una antigua abadía de monjes agustinos –incluida en el precio de la entrada a Herrenchiemsee–.

Plano de situación de la Herreninsel

Plano de situación de la Herreninsel

Y si tan bonito es Herrenchiemsee, ¿por qué una mayoría abrumadora prefiere Neuschwanstein?
Hay que reconocer en todo caso que al palacio de Herrenchiemsee lo esconden un lago tan amistoso en verano como áspero en invierno, además de una densísima malla de árboles que reducen considerablemente su notoriedad e impacto visual.

Por el contrario, el más popular castillo de Neuschwanstein, mostrado en su interior con muy poco esmero, tiene un par de puntos fuertes que dejan KO a cualquier competidor que se atreva con las odiosas comparaciones. Quizás los más fuertes son: por un lado, el mito de la inspiración de Walt Disney en este lugar para su posterior diseño; por otro lado, la vista única que nos regala el puente de María. Con esos dos argumentos y una portada en la Lonely Planet basta para que millones de personas se decanten del costado del palacio del cisne. Comprensible.

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Portada de la guía Lonely Planet sobre Múnich, Baviera y la Selva Negra

¿Cómo funciona una excursión de día a Herrenchiemsee?
En fin, tampoco se trata de competir, lo mejor sería que el viajero que se pasa por Baviera tuviese tiempo suficiente para ver todos los palacios de Luis II –no habría que olvidar Linderhof ni su gruta– y muchos otros repartidos por todo el Estado.

Los que tienen la fortuna de dejarse caer por el Chiemsee, pueden disfrutar de otras pequeñas atracciones, ideales tanto para senderistas como para viajeros en familia. A los primeros les recomendaría tratar de recorrer una parte del litoral del lago –ojo, tiene una superficie total de 80 km2– o incluso probar de sumarse a alguna actividad deportiva –desde una ruta en bici de alquiler a un paseo en kayak o un curso de windsurf– ; a los segundos, les diría que empiecen por tomar el simpático tren de vapor que desde 1887 une la estación de trenes de Prien con el muelle del pueblo, del que parten la inmensa mayoría de barcos que se dirigen a Herrenchiemsee.

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Tren histórico de vapor entre la estación de trenes de Prien y su muelle

No debería de faltar en la hoja de ruta de ambos colectivos un paseo, si puede ser a primera o última hora del día mejor, por la minúscula Fraueninsel. Este segundo islote, el de las mujeres, es en realidad el pueblo más pequeño de Baviera con sus 15 hectáreas de terreno y sus 300 habitantes, de los cuales un 10% son monjas benedictinas.

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La Fraueninsel desde el barco

Fantástico el paseo por la isla, la visita a la abadía benedictina cuyo origen data del siglo VIII y no peor la opción de degustar un plato de pescado del lago en uno de sus restaurantes. En cualquier caso, nada es comparable a la opción de pasar la noche en una de las pocas casas de huéspedes de la isla, aunque esta opción que nos permite conocer la verdadera realidad del lugar únicamente está al alcance de unos pocos –los que dispongan de un bien tan preciado como el tiempo–.

En mi caso, la última visita a Herrenchiemsee fue con un grupo de turistas en pleno mes de agosto. A pesar de la tormenta que nos cogió en la cola para el ferry de regreso a Prien am Chiemsee, disfrutamos el día como enanos. Yo el primero.

Más información:

Web oficial de Herrenchiemsee. Incluye un pdf informativo en español con horarios y precios.

Web de Chiemsee Schifffahrt, que gestiona los trayectos en barco en el lago Chiem. Incluye horarios y precios.

Sobre cómo llegar a Prien am Chiemsee, desde Múnich puede accederse fácilmente en tren. Todos los regionales que van de Múnich a Salzburgo paran en la ciudad, con frecuencia de paso cada 60 minutos durante la mayor parte del día. El Bayern Ticket es válido, lo que garantiza precios excelentes –un máximo de 38 euros para grupos de hasta cinco personas–. Por carretera, la autopista de Salzburgo (Autopista 8) pasa a unos metros escasos del lago.

En cuánto a dónde comer, es posible hacerlo tanto en la Fraueninsel, donde la oferta de restaurantes bávaros es de media docena, o bien en la Herreninsel. Hay un único restaurante, con unas vistas excelentes sobre el lago, una comida más que aceptable y unos precios razonables.

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Més fotos de Neuschwanstein (nevat)

Estic perdent el compte de les vegades que he mencionat el Palau de Neuschwanstein en aquest Quadern. Ja ho he dit, no m’agrada tant, fins i tot el trobe kitsch. Ara bé, no veges com està deixat caure. I com es deixa fotografiar, per exemple un dia de neu de desembre.

Panoràmica de Neuschwanstein des del pont de Maria

Panoràmica de Neuschwanstein des del pont de Maria

Panoràmica de Neuschwanstein

Panoràmica de Neuschwanstein

Hohenschwangau nevat

Hohenschwangau nevat

 

Carretera romàntica a NSS

Carretera romàntica a NSS

Coses que hauries de saber abans d’anar a Neuschwanstein

Si estàs pensant en escapar-te al castell de Neuschwanstein als Alps de Baviera, t’interessa saber:

No, el castell no és un edifici medieval. Ja ho diu la Viquipèdia i -òbviament- té raó, Neuschwanstein, o el Nou Cigne de Pedra, va ser construït en 17 anys, entre 1869 i 1886. A la mort del rei Lluís II de Baviera, mal anomenat Rei Boig i impulsor de l’obra, no havia estat acabat del tot. Això no suposaria cap entrebanc per a convertir amb el temps aquest monument en un dels més visitants d’Alemanya, amb vora dos milions de visitants a l’interior cada any.

Com que hi ha tanta gent que vol entrar al castell, i aquest és el que és, les visites a l’interior són extremadament ràpides. Menys en anglès i en alemany, en la resta d’idiomes totes les visites interiors es fan amb audioguia en l’idioma que un tria, es vaja o no acompanyat d’un guia de viatge. A hores d’ara, sóc un d’eixos i confirme que la visita més llaga a dins amb viatgers l’he feta en uns 75 minuts -30 en la part d’audioguia i uns 45 en les poques habitacions visitables restants i les dos botigues d’obligada visita-.

Amb la mort prematura del rei, i abans del final de les obres de portes endins, el palau va obrir com atractiu turístic ja en 1886. Potser pel fet que no estava acabat de tot només ensenyen al turista una quinzena de sales, més o menys nobles i entre les que trobem les més interessants, això sí, com ara la sala del Tron, la de Festes o l’apartament del rei.

És cert, ara per ara i fins 2013 el castell està parcialment cobert de bastides. Sí, andamis. Però la cosa podria haver estat pitjor, fa uns mesos les obres de neteja de la façana ho cobrien quasi tot -en la tardor de 2012, només hi ha coberta la part posterior i part d’un lateral-.

Si arribem allà en autobús o cotxe, haurem d’aparcar obligatòriament a Hohenschwangau. És a dir, a uns 800 metres d’altitud. Ens restarà doncs, completar una pujada d’uns 40 minuts a peu fins el pont de Maria -on tenim les millors vistes de Neuschwanstein-, el que suposa salvar un desnivell superior als 200 metres. Això es pot recórrer a peu o bé en autobús o mitjans de transport alternatiu.

En aquestos mesos d’anar per allà pràcticament cada setmana, he escoltat i he vist moltes reaccions al castell, per part dels meus acompanyants. Entre les més curioses: “este paio -Lluís II- fou el precursor del cartró-pedra”, “no estava boig, simplement fou el Michael Jackson del segle XIX”, “senzillament kitsch”, “hui he conegut el primer parc temàtic de la història” o “és lògic que Walt Disney volguera un castell com aquest per a ell”. Totes més o menys encertades.

Amb tot, si després de llegir aquest article injustament dissuasiu, encara tens ganes de visitar el castell, també has de saber: està enclavant en un paratge alpí impressionant, idíl·lic; Allgäu és una regió bavaresa preciosa, un entorn rural rematat de llacs i muntanyes; dins del seu context històric com és el final del segle XIX, Neuschwanstein és un edifici arquitectònicament molt interessant; tot plegat, construcció i rei, sorgeixen en un moment històric decisiu per al futur de Baviera i Alemanya en general; tot i un cert aïllament, les comunicacions són bones -especialment des de Munic- i n’hi ha una gran oferta de serveis per a conèixer aquest i altres castells de Lluís II.

Al (primer) castell de Disney!

Ei ‘Mascherano’!

Ja saps que no sóc massa ni de Disney ni de reis, però ací estic, al castell de Neuschwanstein, que per si fora poc és l’atracció turística més fotografiada de tot Alemanya i una de les més populars. Als peus dels Alps, i encara amb les últimes neus de l’hivern decorant el panorama, la visita era poc menys que imprescindible (ha estat la primera però sospite que no serà l’última). Llàstima que les fotografies han quedat més bé pobres… En fi, alles in Ordnung in Deutschland! Ja et conte mestre.

Informació per al viatger:

El castell de Neuscwanstein, literalment la Pedra de Cigne nova, és una fortalesa romàntica construïda a finals del segle XIX pel rei de Baviera Lluis II. Els interiors són d’estil neobizantí neogòtic, i es poden visitar cada dia. En tot cas, si el castell és una de les principals atraccions turístiques d’Alemanya, és per la seua ubicació quasi increïble, sobre un penyasegat tocant la mateixa cordillera dels Alps.

A només un centenar de quilòmetres de Munic, no massa més lluny de Zuric i a la vora de la frontera amb Àustria, cada dia rep la visita de milers de persones- unes 6.000 diàries en estiu-, la majoria d’elles en excursions organitzades. Radius Tours, amb la que treballe, organitza visites guiades des de Munic, cada dia en anglès i varies vegades a la setmana en espanyol.

Sobre el castell de Disney, Walt Disney s’hi va inspirar en Neuschwanstein per al seu popular castell que tothom coneix hui i que s’ha reproduït en els diferents parcs temàtics de la multinacional.

Pàgina oficial del castell, en espanyol: www.neuschwanstein.de/spanisch/visitante/index.htm

Pàgina del castell Hohenschwangau, el lloc on es va criar Lluis II a uns metres de Neuschwanstein: http://www.hohenschwangau.de