Category: Itàlia/Italia

Gorizia (II)

Gorizia, 1971: uns 45.000 habitants; Gorizia, ara: 35.000 habitants. Alcoi, 1981: vora 70.000 habitants; Alcoi, hui: 60.000 habitants. I gràcies. Potser per això l’altre dia per moments tenia la sensació d’estar passejant pels carrers del centre històric del meu poble.

Tot barat

Tot barat

Cartellera

Cartellera

Comerç mort

Comerç mort

Casa

Casa

Barri del castell

Barri del castell

Castell de Gorizia

Castell

Comerç viu (?)

Comerç viu (?)

Gorizia: con un pie en Italia y el otro en Eslovenia (literalmente)

Además de pasarlo fenomenal entre amigos, disfrutar del sol, el vino y soberbios condumios varios, este fin de semana hemos tenido la oportunidad de conocer otra pequeña historia de esas que te dejan un rato absorto, mudo, tratando de averiguar sin éxito el alcance real de ese vocablo llamado frontera que tan espinoso se puso en según qué barrios de Europa al término de la Segunda Guerra Mundial. Con esto del sueño acumulado, el medio catarro y la razonable resaca que me acompaña este lunes de retorno, se me ocurre solamente tratar de explicarme brevemente y dejar cuatro fotos que me han parecido muy curiosas.

Perteneciente al Imperio Austrohúngaro hasta la Primera Guerra Mundial, la ciudad de Gorizia se incorporó por primera vez a Italia tras la contienda, así como los territorios mayoritariamente de habla eslovena de sus montañas circundantes. En liza durante la Segunda Guerra Mundial, entre partisanos yugoslavos y el bando fascista, el mismo casco urbano de Gorizia pasó a delimitar la frontera entre Italia y Yugoslavia a partir de 1947. Desde ese momento uno de sus barrios –ahora Nova Gorica–, donde se hallaba la estación de trenes septentrional, quedó enclavado en Eslovenia, mientras el resto de la ciudad se mantuvo en la República Italiana. Un paso fronterizo más o menos férreo y una estúpida valla separaron ambos lados de los lindes, restringiendo la circulación a las personas que durante siglos habían formado parte de una misma cosa. No fue hasta 2004, con la entrada de la Eslovenia independiente en la Unión Europea, casi quince años después de la caída del Muro de Berlín, que se derribó la inmensa mayoría de este murete y se permitió el libre movimiento de personas, vecinos, hermanos, viajeros… Ayer domingo, a mediodía, mientras alguna viejecita tomaba el sol del lado esloveno y un par de chavales malgastaban la insípida mañana del festivo al otro lado, nosotros nos dejamos caer por el lugar. La Piazza della Transalpina para unos, la Evropski Trg, para los otros. Por suerte, donde hoy día vas y te tomas la foto. Y nada más.

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Donde Italia y Eslovenia se encuentran, en el pueblo de Gorizia

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gorizia_transalpina-lutman La plaza y la estación, tras la división. /WEB

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La plaza, cuando la valla. / Messaggero Veneto

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Fuera valla (2004). / Messaggero Veneto

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Los alcaldes de ambas Gorizias rememoraron juntos la entrada de Eslovenia en la UE. / Messaggero Veneto

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Lo que queda de valla, recuerdo

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La frontera, a lado y lado del pueblo. /WEB

Des del Cafè Colonial de Verona

Hola des d’Itlàlia!

De tant sentir parlar del llac de Garda, que és de gran com tres voltes el terme d’Alcoi, hem decidit de bordejar-lo en este matí assolellat de primavera com els que no hi ha a Alemanya. Ha sigut una experiència fantàstica, però és veritat que recórrer per la vora de l’aigua els 60 quilòmetres que fa de llarg s’ha fet una mica pesat, sempre per una carretera estreta i atapeïda. Ara, just a migdia, vos escric des d’una tauleta de marbre, sota un enorme para-sol, mentre Mariola i jo gaudim junts d’un aperitiu italià a una plaça de Verona. Si vos dic la veritat, en les nostres condicions quasi ens impressiona més un bon plat de canelons d’espinacs o una pizza de veritat, un vi negre, que totes les esglésies i palaus del món. No vos penseu que no els hem visitat, fantàstiques les cases senyorials de centre, la de Julieta i totes les demés. Fins i tot hem pujat a les altures del castell de San Pietro, que ens ha regalat una magnífica panoràmica de la ciutat, la vella i la nova, inclosos el teatre romà, l’arena, el riu Adige amb el seu pont de pedra, Castelvecchio o totes les esglésies que un pot imaginar. Com que nosaltres no som massa de missa, ja sabeu, hem decidit cometre la barbaritat de no visitar-les per dins i és que el passe de dia costa 15 euros per persona. En fi, vos enviem una abraçada molt forta, i ens acomiadem amb una nova ‘parola’ per a saludar que hem après passejant pels carrers de Verona: Salve! (Sí, Nico, com els ‘romanos’ de les pelis en el Coliseu però sense morir).

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El pont vell de pedra

El pont vell de pedra

L'arena (s.I)

L’arena (s.I)

El balcó de Julieta (tots a fer fotos!)

El balcó de Julieta (tots a fer fotos!)

N'hi ha molts que volen ser Romeu i Julieta (un pelet 'kitsch')

N’hi ha molts que volen ser Romeu i Julieta (un pelet ‘kitsch’)

Ai, el 'menjare'!

Ai, el ‘menjare’!

Ai, el 'menjare'! (2)

Ai, el ‘menjare’! (2)

Nota per al viatger:

La veritat és que no vaig trobar massa literatura de viatges en espanyol, i menys encara en català, sobre Verona _tot i que es tracta d’una ciutat Patrimoni de la Humanitat de la UNESCO–. Això sí, una vegada allà l’atenció a l’oficina de Turisme –a un carrer lateral al costat de l’arena– va ser fantàstica. Ens van informar en espanyol amb tot detall, ens van facilitar alguns mapes i també informació sobre què més fer a la província de Verona. En els nostre cas, ens interessava visitar alguns cellers de vi i ens van orientar sobre Valpolicella.

Trentino – Tirol del Sur en ocho imágenes

Una primavera como la de este año desanima a cualquiera, así es que este fin de semana decidimos poner tierra de por medio, literalmente, y escaparnos al otro lado de los Alpes. Con solo tres días y pocas ganas de quemar gasolina, nos plantamos en la región de Trentino-Tirol del Sur ­–en italiano conocida como Trentino-Alto Adige; en alemán como Trentino-Südtirol–. La mitad del tiempo la pasamos en la provincia de Trento, italófona; la otra mitad en la de Bolzano; de mayoría germanófona. Es curioso observar las diferencias culturales tan significativas que encontramos en tan poco terreno. En cualquier caso, para nosotros fue un enorme placer descubrir una mezcla desconocida y curiosa entre pasta y brezels; prosciutto y speck; maso y bauernhof… es decir, entre lo italiano y lo germano. Por si fuera poco, el cauce del río Adigio no es solamente el lugar donde se encuentran Italia y el Tirol, allí mismo asoman los Alpes Dolomitas, generando unos paisajes increíbles de escarpados valles con sus campos de viña, frutales y praderas. Por encima, cimas rocosas teñidas de blanco. Os resumo en ocho imágenes nuestras sensaciones y nuestro camino entre Bolzano y Trento.

Bolzano: tienda de ropa con 'trachten' típicos del Tirol en el escaparate

Bolzano: tienda de ropa con ‘trachten’ típicos del Tirol en el escaparate

Bolzano: Panadería típica (y 'Brezen') en el mercado

Bolzano: Panadería típica (y ‘Brezen’) en el mercado

Bolzano: comercio en la calle

Bolzano: comercio en la calle

Tirol del Sur: viñedos y campos de manzanas

Tirol del Sur: viñedos y campos de manzanas

Trentino: viñedos

Trentino: viñedos

Trento: comercio

Trento: comercio

Trento: comercio

Trento: comercio

Trento: escaparate de tienda de ropa

Trento: escaparate de tienda de ropa