Tagged: O2
Diario de mudanza (III): sin conexión
(Venderlo, lo venden muy bien)
Si tuviera la oportunidad de eliminar de un plumazo una de las cosas pésimas que trae consigo una mudanza, quizá pediría el comodín de la conexión a Internet. Soportar pelmas germanos es muy duro, montar muebles de Ikea requiere un esfuerzo sobrehumano, pero lidiar con operadoras telefónicas… es sencillamente demasiado. Pacientes clientes de Telefónica de España, France Telekom o Vodaphone de la Conchinchina, respirad tranquilos por un instante, el servicio en el rico país de la Merkel también es caca de la vaca. Sino, a qué creéis que se debe este silencio casi sepulcral en el que me encuentro sumido desde hace ya un par de semanas. Quince días es prácticamente lo que tardó en llegar a casa la mal denominada Alice Quickstart –en la melódica lengua de Shakespeare, literalmente acceso rápido-. Aunque eso no es nada, si lo comparamos con la decepción que supone abrir el paquetito con el pinganillo y que tarde otros dos días en empezar a funcionar, mientras lo activa y no una señora que nos responde al otro lado del teléfono con voz de camionero. En fin, no creáis que la alegría termina ahí, en menos de una semana nos hemos fulminado de un plumazo toda la potencia del paupérrimo Alice, así que lo de Quickstart es casi, casi, una burla, una forma de tenernos entretenidos –y cobrarnos- mientras llega y no la conexión a Internet de verdad a nuestro nuevo hogar. Con permiso de O2, os lo cuento.