Invierno que no es invierno
Con el clima, como con el resto de las cosas, nunca parecemos estar contentos. Todavía no ha pasado un año de aquella primavera que no parecía primavera, de las inundaciones en estos lares y de la pregunta de si habría verano o no, en Europa, y ya estamos, por estas latitudes, otra vez inquietos con el cielo, esta vez porque el invierno no parece invierno. Paciencia y una bicicleta, porque ya vendrán tiempos peores. El caso es que a 9 de enero no tenemos ni nieve ni frío ni amago. Ni los hemos tenido. Pues eso: quince fantásticos grados y unos días por delante en los que parece vamos a seguir prescindiendo de guantes, gorros y grandes abrigos.
a mí lo que me da miedo es que en mayo haya nieve….
No fastidies… esperemos que no, que tengamos un invierno corto y limpio 😉